Skip to main content

EL TOUR

LAB TOUR visitará en la primavera de 2026 tres Colegios de Educación Infantil y Primaria (CEIP), que son además Colegios Rurales Agrupados (CRA) de seis pueblos de Soria.

Langa de Duero (716 habitantes)

Se asienta en un paisaje sereno y diverso, donde los viñedos de la Denominación de Origen Ribera del Duero se entrelazan con campos de cereal y bosques de ribera. El río Duero, flanqueado por chopos, álamos y sauces, aporta frescura y vida al entorno. El casco urbano se organiza en torno a las calles Real y del Río, con la iglesia de San Miguel Arcángel como punto central. Desde el otero, el Castillo de El Cubo vigila el pueblo, rodeado de bodegas tradicionales excavadas en la roca.

Quintana Redonda (503 habitantes)

Se despliega en un paisaje de suaves colinas y extensos pinares, donde el río Izana serpentea entre robles, encinas y campos de cultivo. Sus bosques son un paraíso micológico en otoño, con níscalos, setas de cardo y perrechicos. El pueblo conserva su esencia tradicional con casas de piedra, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la emblemática Fuente de los Enamorados. La antigua estación de tren, hoy sin servicio, se ha convertido en un espacio social. El Centro Temático de la Cerámica Tradicional rinde homenaje a su legado alfarero. En sus alrededores, se encuentran vestigios romanos y visigodos, y los caminos rurales invitan al senderismo y al contacto con la naturaleza.

Tardelcuende (424 habitantes)

Se extiende entre vastos pinares de pino negral, que cubren más del 90% de su territorio, creando un paisaje verde y aromático. El río Izana serpentea por el valle, aportando frescura y vida al entorno. La economía local se ha revitalizado gracias a la explotación sostenible de la resina, atrayendo a nuevos pobladores y combatiendo la despoblación. El municipio ofrece diversas rutas de senderismo y cicloturismo, ideales para explorar su rica biodiversidad, que incluye especies como ciervos, jabalíes y una variada avifauna. Además, cuenta con áreas recreativas como merenderos y zonas de baño, perfectas para disfrutar en familia. El cine "El Pinar", reabierto en 2017 tras casi dos décadas cerrado, se ha convertido en un espacio cultural clave, acogiendo proyecciones de películas, eventos como el Festival de Eurovisión y actividades del Certamen Internacional de Cortos de Soria, gracias al esfuerzo de la Asociación Cultural Gaya Nuño y la comunidad local.

Almarza (626 habitantes)

Se asienta en un valle rodeado de montes y bosques de pinos y robles. El río Tera atraviesa su núcleo principal, aportando frescura al paisaje. La localidad es un punto de partida ideal para rutas micológicas y senderos que recorren la Sierra del Almuerzo. En otoño, los colores del bosque y la abundancia de setas atraen a numerosos visitantes. El casco urbano conserva arquitectura tradicional, con casas de piedra y calles empedradas. Durante el verano, la población se multiplica, convirtiéndose en un animado centro comarcal con eventos culturales y festivos.

Fuentelfresno (50 habitantes)

Es un pequeño pueblo que ha logrado revitalizarse gracias a la llegada de nuevas familias jóvenes. Rodeado de campos y bosques, su entorno natural ofrece tranquilidad y belleza. El río cercano y la vegetación autóctona crean un paisaje pintoresco. La iglesia de Santo Domingo de Guzmán destaca en su arquitectura. El pueblo cuenta con un colegio que ha sido clave en su repoblación, atrayendo a familias que buscan un estilo de vida rural y comunitario. Además, Fuentelfresno celebra cada verano el festival de música alternativa "Fuentelfresno Festival", que atrae a músicos y asistentes de todo el país e incluso del extranjero, consolidándose como una cita importante en el calendario cultural de la zona.

Almajano (187 habitantes)

Se encuentra en una llanura atravesada por el río Merdancho, rodeado de campos de cultivo y la cercana Sierra del Almuerzo. El paisaje combina la suavidad de las tierras agrícolas con la presencia de montes bajos y bosques. El pueblo conserva su patrimonio con la iglesia de San Andrés Apóstol y la ermita de la Virgen de la Soledad. Las casas blasonadas y la arquitectura tradicional reflejan su historia. Los caminos rurales y senderos invitan a paseos tranquilos, disfrutando de la naturaleza y la serenidad del entorno.